lunes, 22 de abril de 2013

El baile de la morralla


“¿Cuánto tenia? ¡Esta es mas chiquita que la otra! Mmm Creo que estas son del cambio de la tienda”. Algunas personas tienen este monologo justo antes de que la canasta de las ofrendas pase a su lugar. Ellos, mientras, mueven el contenido de su bolsa con la mano y moviendo la pierna para alcanzar las monedas más pequeñas se origina un extraño baile que desgraciadamente esta de moda en mucha de nuestras iglesias. Por desgracias, pareciera que buscáramos los sobrantes para darlos a Dios.

Cuando el salmista dijo: “¿Pero quién soy yo? O ¿Quién es mi pueblo? Para que ofrecer cosa semejante, porque todo es tuyo y lo recibido de tu mano te damos” tiene un tono de indignación, porque se sentía indigno a la idea de solo ofrecer un poco de todo lo que Dios le había dado ¿Cuánto te ha dado Dios? No solo en dinero, sino en las cosas que también valen como son:  la vida, tu familia, la salvación… ¡Qué Padre tan bueno tenemos!, y tu ¿Qué le das? ¿Lo que te sobra? ¿Y con qué actitud das lo que le ofreces? ¿Frustración? ¿Arrepentimiento? o  ¿Para que la gente vea lo dadivoso que eres?

 Solo puedo decir dos cosas: La primera es que Dios es el creador de todo y no necesita las sobras de nadie y la segunda es que  Él se agrada de la forma en que las damos, esa es nuestra adoración no lo que damos. El ve tu corazón, tu gratitud y tu fe en que todo irá bien porque Él está a tu lado.

El no ofrendar al único que le quitas la bendición es a ti mismo.

lunes, 15 de abril de 2013

El VHS borrado


Una de las cosas que extraño, de mis tiempos de antaño, era con qué facilidad se podías grabar, en cualquier vídeo VHS, como caricaturas o series de televisión. Lo que más me agradaba era que, al ya no gustarme lo que habías puesto en el casette,  podía sobrescribir algún nuevo programa  y borrar el anterior para siempre… lo mismo sucede con la memoria de Dios y nuestro pecado.

De seguro cuando pienses en el rey David, una de sus características que recordarías es el asesinato que cometió por haber tenido una relación fuera del matrimonio. También, al mencionar a Jacob, vendrá a tu mente como engañó a su hermano y a su padre para heredar la primogenitura. Por último, tenemos el ejemplo de Moisés, un asesino e inseguro tartamudo que en su último milagro  desobedeció al mismísimo Dios golpeando una piedra, en vez de hablarle como le habían indicado, para darle agua al pueblo de Israel.
Con todo ello, en libros posteriores, la palabra de Dios habla de ellos como sus siervos  ¿Que se demuestra con esto?

No es que a Dios se le pasen las cosas o que existan errores en la Biblia, lo que pasa es que, al arrepentirnos de nuestras fallas, y pedimos perdón, Dios perdona completamente tu pecado al grado tal que ya no tomarlo en cuenta como parte de tu vida. No es como el perdón que muchas veces practicamos y es reflejado en la frase “Perdono pero no olvido”.

Si alguna vez  has hecho algún pecado que consideres tan malo que Dios te lo tomará en cuenta  por toda tu vida, trata de recordar que Él ya borró ese casette en el momento en que te arrepentiste y pediste perdón. Solo trata de no sobre escribir tanto ya que una de las demostraciones del arrepentimiento es tratar de no cometer el mismo error.

lunes, 8 de abril de 2013

Un metro de vida


Son las 5 de la mañana, en una de las primeras estaciones de la línea del metro. Hice el esfuerzo de levantarme a esta hora para así poder evitar el tumulto de gente, y con ello, prever que me detuviera tanto en cada estación.

 El vagón estaba con poca compañía, una que otra persona distribuida en el cajón de metal que  se asemejaba a  la risa de un viejo con pocos dientes. Todo indicaba que iba a ser un viaje tranquilo, así que, agaché mi cabeza dispuesto a dormir un poco.

A los pocos minutos, me percaté que teníamos un viaje con muchos ajetreos, por que el vehículo   parecía estar descompuesto. Se detenía constantemente, rechinaba y hasta las luces parpadeaban. Todo esto ocasionó que el metro retrasara su marcha, yo llegara tarde y que los trenes  que venían atrás también perdieran tiempo valioso.

Muchas veces, al tener una relación deficiente con Dios no obtenemos las bendiciones que tu Padre amantísimo quisiera para ti. El pecado estorba en tu avance espiritual y existen ocasiones en que, por no estar suficientemente crecido espiritualmente, pierdes oportunidades muy valiosas.

Lo peor de todo es que, al no avanzar, privas a los hermanos de tu iglesia local al frenar su crecimiento al no dar todo tu potencial en la obra, en otras palabras, entorpeces o retrasas a los demás en comparación con que si fueras un cristiano más preparado y diligente.

¿Por qué no empiezas a dar mantenimiento a tu vida espiritual? ¿Qué esperas para tener una plática con el fabricante para saber qué es lo que está mal en ti? ¡Date un ajuste a tu vida cristiana!

lunes, 1 de abril de 2013

Arturo, el niño y la escopeta


Arturo era un niño  de un orfanato que  fue a realizar algunas compras al centro comercial, para el instituto en donde vivía. Una de sus fascinaciones era la  de ir a la sección de Juguetería a soñar con tener alguno de los artículos que vendían. Al lado de Arturo se encontraba un niño que indudablemente tenía mucho dinero. Vestía con  ropa de marca a la moda. Sus zapatos, brillantes y limpios, se hacían notar al lado de los que traía Arturo, los cuales estaban rotos, gastados y sucios.

En los siguientes minutos la atención de Arturo se centro en  ver al niño clasificando cada uno de los juguetes del pasillo por los que tenía y los que no. Al llegar a la esquina el acaudalado infante miró, en la sección de deportes, una escopeta de perdigones y gritó desaforadamente: - ¡Quiero uno de estos! ¡Mi vida no está completa sin esa escopeta!-. El Padre del berrinchudo corrió a explicarle que eso no era para él y que si se lo daba se podría hacer daño.

Ante los ojos atónitos de Arturo, pasó el avergonzado padre arrastrando a su hijo mientras este  se revolcaba y pataleaba en el suelo  gritando: -¡Tú no me quieres! ¡Si realmente me quisieras me comprarías el rifle!-

¡Qué niño tan ingrato! Tenía más que Arturo y aun así exigía algo  que seguramente habría hecho daño a alguien o a el mismo. Ahora bien ¿Qué pasaría si te dijera que este niño eres tú cuando oras a Dios? Estas tan preocupado de pedir todo lo que la vida puede ofrecerte, para sentirte mejor, que no te das cuenta todo lo que tienes, y que muchas personas lo desearían. Por enumerarte algunas podría mencionar: Salud, familia, salvación.

También a veces Dios no permite que nuestra oración sea contestada por que Él sabe, en su inmensa sabiduría, que eso nos pueda hacer daño, física o espiritualmente.

El valorar las cosas que Dios nos ha dado, y pedir su voluntad, es una forma de ser agradecido.  Dejemos de hacer berrinches por cosas que Dios no nos da.