Una de las cosas que extraño, de mis tiempos de antaño, era con
qué facilidad se podías grabar, en cualquier vídeo VHS, como caricaturas o series
de televisión. Lo que más me agradaba era que, al ya no gustarme lo que habías
puesto en el casette, podía sobrescribir
algún nuevo programa y borrar el
anterior para siempre… lo mismo sucede con la memoria de Dios y nuestro pecado.
De seguro cuando pienses en el rey David, una de sus
características que recordarías es el asesinato que cometió por haber tenido una
relación fuera del matrimonio. También, al mencionar a Jacob, vendrá a tu mente
como engañó a su hermano y a su padre para heredar la primogenitura. Por
último, tenemos el ejemplo de Moisés, un asesino e inseguro tartamudo que en su
último milagro desobedeció al mismísimo
Dios golpeando una piedra, en vez de hablarle como le habían indicado, para
darle agua al pueblo de Israel.
Con todo ello, en libros posteriores, la palabra de Dios
habla de ellos como sus siervos ¿Que se
demuestra con esto?
No es que a Dios se le pasen las cosas o que existan errores
en la Biblia, lo que pasa es que, al arrepentirnos de nuestras fallas, y
pedimos perdón, Dios perdona completamente tu pecado al grado tal que ya no
tomarlo en cuenta como parte de tu vida. No es como el perdón que muchas veces
practicamos y es reflejado en la frase “Perdono pero no olvido”.
Si alguna vez has
hecho algún pecado que consideres tan malo que Dios te lo tomará en cuenta por toda tu vida, trata de recordar que Él ya
borró ese casette en el momento en que te arrepentiste y pediste perdón. Solo
trata de no sobre escribir tanto ya que una de las demostraciones del
arrepentimiento es tratar de no cometer el mismo error.
No hay comentarios:
Publicar un comentario