lunes, 22 de abril de 2013

El baile de la morralla


“¿Cuánto tenia? ¡Esta es mas chiquita que la otra! Mmm Creo que estas son del cambio de la tienda”. Algunas personas tienen este monologo justo antes de que la canasta de las ofrendas pase a su lugar. Ellos, mientras, mueven el contenido de su bolsa con la mano y moviendo la pierna para alcanzar las monedas más pequeñas se origina un extraño baile que desgraciadamente esta de moda en mucha de nuestras iglesias. Por desgracias, pareciera que buscáramos los sobrantes para darlos a Dios.

Cuando el salmista dijo: “¿Pero quién soy yo? O ¿Quién es mi pueblo? Para que ofrecer cosa semejante, porque todo es tuyo y lo recibido de tu mano te damos” tiene un tono de indignación, porque se sentía indigno a la idea de solo ofrecer un poco de todo lo que Dios le había dado ¿Cuánto te ha dado Dios? No solo en dinero, sino en las cosas que también valen como son:  la vida, tu familia, la salvación… ¡Qué Padre tan bueno tenemos!, y tu ¿Qué le das? ¿Lo que te sobra? ¿Y con qué actitud das lo que le ofreces? ¿Frustración? ¿Arrepentimiento? o  ¿Para que la gente vea lo dadivoso que eres?

 Solo puedo decir dos cosas: La primera es que Dios es el creador de todo y no necesita las sobras de nadie y la segunda es que  Él se agrada de la forma en que las damos, esa es nuestra adoración no lo que damos. El ve tu corazón, tu gratitud y tu fe en que todo irá bien porque Él está a tu lado.

El no ofrendar al único que le quitas la bendición es a ti mismo.

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